La presencia de defensores del pueblo de todo el mundo en el Parlament este lunes y martes para hablar de regresión de derechos ha servido a la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, para reprochar en la apertura de la jornada la situación en el Estado español con la "criminalización de procesos participativos pacíficos y democráticos" o la prohibición de "debates parlamentarios".

Pero no ha sido la única Forcadell que ha querido aprovechar la ocasión. También la exconsellera Irene Rigau ha aprovechado la cita de este lunes para hablar sobre su situación con la defensora del pueblo española, Soledad Becerril. La conversación que han mantenido la exconsellera y la defensora del pueblo en los pasillos de la Cámara ha provocado la expectación entre los diputados que estaban en el Parlament. Según algunas fuentes próximas a la conversación, Rigau habría explicado a Becerril su condena de inhabilitación después de un proceso penal a raíz de la votación del 9-N y le habría reprochado que en un debate de esta contundencia no se sintió amparada por la defensora del pueblo.