Entre los amantes de las mascotas siempre hay quien es más excéntrico que el resto. Hay quien evita los mayoritarios gatos y perros y se decanta por hurones, iguanas o serpientes pitón, pero los hay que todavía van un poco más allá. Es el caso de una pareja de Sant Jaume de Llierca, en la Garrotxa, que convive con un felino de 250 kilos de peso como si no pasara nada. Y es que este felino no es exactamente un gatito, sino todo un león, que ya es uno más de la familia y que, por lo visto, está completamente domesticado. Con todo, actualmente está en una especie de arresto domiciliario, ya que los Agentes Rurales lo han decomisado al considerar que no puede vivir en un hogar familiar, pero como tampoco tienen a dónde llevarlo, lo han dejado en manos de sus dueños, que confían poder tener todos los papeles en regla muy pronto y poder quedárselo sin mayores inconvenientes.