La mujer esbelta que siempre camina detrás de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a menudo vestida de oscuro y con pantalones de piel, es la coordinadora de su gabinete, María González Pico. Está considerada como la persona con más poder de su entorno, quien controla la agenda y el acceso a la número dos de Mariano Rajoy, quien habla con los responsables de los medios y quien administra la información. Prácticamente todas las carpetas del gobierno español pasan por sus manos, dado que como coordinadora del gabinete, participa en la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios donde se preparan los consejos de ministros, según consta en el portal de la Transparencia del ejecutivo donde figura todo su currículum -excepto la edad- así como sus funciones.
Pues, hoy, la todopoderosa María González Pico, conocida en el mundo de la prensa como la Pico, no se ha resignado a estar detrás de la vicepresidenta. Se ha querido sentar al lado en la mesa presidencial del torneo de Tenis Open Banco Sabadell. Y al lado del president, Carles Puigdemont, y de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y del presidente del Banco de Sabadell, Josep Oliu, y el del Grupo Godó, Javier Godó, y del ministro de Cultura, Iñigo Méndez de Vigo. Al lado del vicepresident, Oriol Junqueras, no, porque el número dos del Govern ha declinado participar en la comida.
Desde la Moncloa ya se había avisado de la intención de la coordinadora del gabinete de la vice, sin embargo, por si no había quedado claro, lo ha vuelto a subrayar tan pronto como ha llegado al Club de Tenis Barcelona. Tanto ha sido así que incluso ha sorprendido a algunos de los presentes la contundencia de su exigencia. Finalmente ha quedado instalada en la mesa presidencial y ubicada en un ángulo de la cabecera, entre el teniente de alcalde Jaume Asens y el director de La Vanguardia, Màrius Carol, mientras secretarios y altos cargos del Govern ocupaban otras mesas del recinto.
Al acabar la comida, sin embargo, la Pico ha tenido que volver a la fila de detrás, escoltando a la vicepresidenta mientras seguía el torneo de tenis. Eso sí, a su lado seguía Carol, tal i como ha inmortalizado el fotógrafo de la agencia Efe.
