En el número 288 de la magnífica "Revista de Girona", Joan Barbarà explica que los Magaldi llegaron a Girona en 1864 desde Rivello, una localidad de la región de Basilicata, al sur de Italia, quizá empujados por las duras condiciones del país, sacudido por los conflictos de la reunificación. Barbará cita el historiador Arnau González i Vilalta en "Cataluña bajo vigilancia", donde explica que, en los años 20 del siglo pasado hubo en Girona varios intentos de crear un núcleo estable del Fascio (el partido único de Mussolini).

"Aunque en varios periodos incluso llegó a establecerse, nunca fue muy dinámico. El principal motivo de la inactividad fueron las tradicionales divergencias entre la colonia local y, sobre todo, las disensiones internas entre la misma familia del agente consular Magaldi, la más numerosa de la comunidad italiana de Girona", explica el reportaje. Se ve que Giuseppe Magaldi, que se había afiliado al Partido Nacional Fascista en junio de 1928, no tenía mucho predicamento entre los italianos de Girona. González revela en su libro algunos nombres de personas que se afiliaron a la organización fascista italiana en Girona. Entre ellos Giovanni di Giuseppe Magaldi, Giuseppe di Giovanni Magaldi, Salvatore di Antonio Magaldi, Maddalena y Maria Magaldi.

Este sólo es un detalle del excelente trabajo de Barbarà, que insiste en que "la mayoría de italianos que se establecieron en la ciudad eran gente emprendedora, con un cierto nivel de instrucción, que buscaban estabilizar sus vidas y huir de la conflictividad que se vivía entonces en su tierra. No venían a buscar trabajo sino a crearlo".