La entidad Som Meridiana, que agrupa las diferentes asociaciones vecinales del entorno de la avenida, presionan el Ayuntamiento de Barcelona para que ponga en marcha ya la reforma de la zona empezando por el tramo entre Fabra i Puig y Aragó. Respecto al primer tramo planteado por el Ayuntamiento, los vecinos coinciden con la propuesta preferida del gobierno, que prevé la eliminación de dos carriles, pero piden que eso se haga en una sola fase.

"Lo que queremos es ver ya los proyectos ejecutivos. Queremos que se empiece a concretar y que se empiecen a hacer cosas", ha apuntado en declaraciones en la ACN Oleguer Méndez, de la asociación de La Sagrera. Los vecinos han consensuado un manifiesto que además de reclamar celeridad, también exige un compromiso firme con un proyecto global, desde el parque de la Ciutadella hasta Ciudad Meridiana y Vallbona, y que esté consensuado con el movimiento vecinal y con los grupos políticos municipales.

El tramo passeig Fabra-carrer Aragó, el punto de partida

De las cuatro opciones que planteó el Ayuntamiento para el primer tramo de reforma, el situado entre el paseo Fabra i Puig y la calle Aragó, Somos Meridiana defiende la cuarta, la misma que el gobierno municipal, porque es la única que implica una reducción efectiva de carriles. Consistiría en mantener la anchura actual de las aceras y, en una primera fase, eliminar un carril de entrada a la ciudad. Se implementaría un carril bici central de 6,7 metros y se aumentaría el arbolado (550 unidades más) y la zona verde (24.000 metros cuadrados). En esta primera parte de la operación se destinarían 9,2 MEUR. Cuando estuviera terminada y se hubiera adaptado el tráfico a la nueva configuración de carriles, se eliminaría el carril de salida, con un coste de 2,3 millones. La previsión es terminar la primera fase en este mandato.

Una sola fase

Ahora bien, los vecinos ponen la condición de que las dos fases que contempla el plan del Ayuntamiento se realicen de golpe y que se eliminen los dos carriles al mismo tiempo. "Lo que no queremos es que se haga la primera fase y después no vean como hacer la otra, porque entonces tendríamos una media solución puesta en marcha, pero no sería ningún tipo de solución. Con medias partes no solucionaríamos nada", ha argumentado Méndez.

Con respecto a las actuaciones previstas a corto plazo, reclaman celeridad para que los vecinos empiecen a notar los efectos. Apuestan por modificar la frecuencia semafórica para priorizar a los peatones, equipar los semáforos con radares e instalar medidores de contaminación acústica y del aire. "Eso sigue siendo un nido de tráfico, de ruido y de contaminación y eso se tiene que acabar. Tenemos que empezar a poner fecha de finalización a este padecimiento", ha concluido Méndez.