La familia de las hermanas Giralt hace 37 años que dirige un restaurante delante de la Sagrada Familia, un negocio familiar que, a lo largo de los años, ha ido pasando a manos de las generaciones a más jóvenes. Santi lleva más de 40 y tiene diferentes establecimientos de restauración en los alrededores del templo de Gaudí.

Toda la vida han visto como la comida que se llevaban a la boca -ellos, sus padres y sus hijos- salía de estos negocios del barrio a los que, aparte de turistas, suelen ir a desayunar vecinos y trabajadores de la Sagrada Familia. El "verdadero" negocio de estos establecimientos se centra en las terrazas, adecuadas a cualquier tipo de condición climatológica, y que dan vida al barrio durante todo el año.

terraza bar sagrada familia - Sergi Alcàzar

Restaurante Trabucaire en el chaflán de la calle Mallorca con Marina / Sergi Alcàzar

Ahora, después de varios años de disputas, y de idas y venidas del Ayuntamiento de Barcelona, los propietarios de estos restaurantes, pero también sus trabajadores y clientes, verán cómo les cierran, definitivamente, las terrazas, después de que el consistorio haya aprobado una ordenación singular sólo por los alrededores de la Sagrada Familia. Y poca cosa pueden hacer para que el desenlace tenga un final feliz, llegue en el momento que llegue.

¿Incongruencias?

El problema, sin embargo, no es sólo que los dejen sin terrazas, sino que, por algún motivo que se desconoce, las terrazas del McDonalds -situado justo delante del templo-, del Costa Coffee y de la Farggi -los tres seguidos-, el resto de este tramo de Provenza entre Marina y Sardenya y la del chaflán de la calle Sardenya con Provenza no se cierran, sólo se reduce el espacio a una hilera de mesas, según establece la normativa, que añade que "en los chaflanes ampliados [de la calle Provença] se puede meter una fila de mesas, sin ninguna limitación longitudinal".

Fuentes del Ayuntamiento han justificado esta medida a El Nacional asegurando que "se ha intentado hacer de la manera más equilibrada posible", por lo que estas terrazas podrán incluir una fila de mesas, sin limitación longitudinal.

Imagen de la calle Provença donde está la terraza del McDonalds, del Costa Coffee y de la Farggi. / Google Maps

Esta ordenación singular establece, pues, que "no se admitirán terrazas en las aceras del perímetro del templo, excepto una hilera de mesas "sin ninguna limitación longitudinal" con ocho agrupaciones de tres mesas en el lado montaña de Provença, ni a los chaflanes de los cuatro cruces correspondientes, excepto el de Sardenya/Provença."

Ahora bien. Estas mismas fuentes municipales citadas no saben "exactamente por qué" se han establecido estos criterios, aunque subrayan que se trata de un caso, tal como indica el propio nombre de la normativa, "singular".

terraza bar sagrada familia - Sergi Alcàzar

Las terrazas de la calle Provença entre Marina y Serdenya que se quedarán con una hilera de mesas / Sergi Alcàzar

Las medidas de las aceras, sin embargo, son las mismas, y tanto las terrazas de la calle Provença lado montaña, como las de los chaflanes de la calle Mallorca disfrutan de los, como mínimo, 4,5 metros reglamentarios.

De hecho, las esquinas de los alrededores de la basílica ya se ampliaron en 2012, cuando se eliminó un carril de circulación de vehículos para hacerlas crecer de los 5 metros que medían, hasta llegar a los 7,5 metros como mínimo. Aquel mismo año, el gobierno de Xavier Trias prohibió el acceso de los autocares a la isla del templo y desvió sus rutas dos calles más abajo para evitar colapsos de personas delante de la basílica.

Snack bar Giralt en el chaflán de la calle Mallorca con Sardenya / Hermanas Giralt

¿Y los trabajadores?

El concejal de ERC Jordi Coronas se ha lamentado en este medio de que, aunque considera que la ordenación es "necesaria", "hay cosas que no cuadran". Por una parte porque, según su opinión, mientras mantienen parte de las mesas de fuera del McDonalds que "no presta atención al público en la terraza" y que, por lo tanto, "si no está atendida por personal, no tendría que tener derecho a tener terraza", se han tomado "decisiones arbitrarias" porque, en los diferentes casos de las terrazas que fulminarán al 100% asegura que "se podía haber buscado una solución".

Por ejemplo, en el caso del Snack bar Giralt, que es un "local singular", se hubiera podido pulir "con un desplazamiento de la terraza y con un tipo de parasol" que facilite dejar descubiertos los elementos visuales de la obra de Gaudí.

terraza bar sagrada familia - Sergi Alcàzar

Snack bar Giralt / Sergi Alcàzar

Una de las peores consecuencias de todo eso será el hecho de que una parte de los trabajadores de estos establecimientos tendrán que ir a la calle. Algunos locales de restauración ya han asegurado a este diario que es probable que tengan que despedir entorno a un 50% de la plantilla, siempre dependiendo del local y de la cantidad de mesas que tengan.

Mientras tanto, sin embargo, en la terraza del McDonalds no habrá nadie que atienda, sirva y limpie las mesas de fuera. "Como la terraza no es propiedad del local, sino un espacio público, si te cedo el espacio, contrata a alguien", propone Coronas, que quiere dejar claro que eso tendría que ser un requisito a la hora de hacer un uso como este del espacio público.

El presidente del Gremi de Restauradors, Roger Pallarols, ha ido un paso más allá y ha puesto de relieve que todo "pone en peligro la viabilidad profesional" y "amenazan la viabilidad de aquel negocio" porque, aparte que "las aceras tienen espacio para todo", el conflicto, asegura, "no es tan grande como parece".

El objetivo, ¿discriminatorio?

Cogiéndose a los 3.200.000 visitantes anuales que disfrutan de la belleza del interior de la Sagrada Familia, más los 10.000.000 que se pasean por el entorno, y teniendo en cuenta las quejas vecinales, el flujo de peatones y los "criterios paisajísticos"; el Ayuntamiento justifica la medida bajo el argumento de que las aceras de los alrededores del templo "sufren una congestión que dificulta el uso cotidiano de las mismas, dificultando el acceso a las viviendas y al comercio."

A algunas de las personas con las que ha hablado este medio les sorprende que, desde el Ayuntamiento, se haga referencia a los criterios visuales o paisajísticos, después de que el concejal de Arquitectura del Ayuntamiento, el socialista Dani Mòdol, definiera la basílica de la Sagrada Familia como "mona de Pascua gigante", "pseudoobra de Gaudí" y "gran farsa que arrastramos desde hace tiempo". Pero este no es el único punto con el que justifican la normativa.

A pesar de reconocer que "el sector de la restauración tiene una presencia muy importante en torno a la Sagrada Familia", así como que "la mayoría de locales disponen actualmente de terraza", muchos tendrán que olvidarse de salir a la calle para servir a sus clientes. Los afectados serán 49 locales de restauración, que son los que están incluidos en la normativa, pero no todos, como ya se ha dicho, se tendrán que gastar de sus terrazas.

De hecho, el consistorio divide en 5 las zonas afectadas. La zona A es la más perjudicada porque ya no se les permite tener terrazas, la B sólo tendrá que mantener los 4,5 metros reglamentarios de acera libre, los bares y restaurantes de la zona C contarán con plataformas desmontables, mientras que la D y la E ya pertenecen a zonas menos concurridas.

Al haber entrado la normativa en vigor, quiere decir, según fuentes municipales, que las terrazas que hay ahora "están de manera ilegal". Precisamente por eso, el Ayuntamiento se ha puesto las pilas y, esta semana, ya ha empezado a prepararlo todo para dejar colocadas, al final de la semana, las seis plataformas desmontables en la calle Sardenya.

terraza bar sagrada familia - Sergi Alcàzar

La calle Sardenya entre València y Mallorca este martes 9 de mayo / Sergi Alcàzar

El año pasado ya se empezó con esta prueba piloto en la calle Marina, donde instalaron dos terrazas de este tipo. Eso, sin embargo, no garantiza mantener una zona de terrazas para siempre ya que, en cualquier momento, el Ayuntamiento puede decidir retirarlas si considera que no funcionan como tenían previsto.

terraza bar sagrada familia - Sergi Alcàzar

Plataforma desmontable de la calle Marina con Mallorca instalada en 2016 / Sergi Alcàzar

El presidente del Gremi de Restauradors ha cargado contra la medida tildándola de "discriminatoria" y poniendo encima de la mesa que eso atenta contra los derechos de los pequeños autónomos que llevan toda una vida trabajando en la zona y que, además, ha recordado que algunos establecimientos ya "estaban antes del éxito de la Sagrada Familia".

Sin apoyos

La normativa que recogía la ordenación singular se publicó el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB) el 27 de abril y, por lo tanto, ya ha entrado en vigor en la actualidad.

La iniciativa, sin embargo, no se aprobó en el pleno municipal, sino en la comisión de gobierno semanal que celebra el consistorio barcelonés porque todas las ordenaciones singulares se aprueban por esta vía, que no requiere los votos de ningún grupo; a diferencia de las ordenanzas que afectan a toda la ciudad, que sí que se tienen que votar en el pleno.

ERC espera que el gobierno municipal "revise" la ordenación en cuestión porque "hay otras maneras" de hacer las cosas y, en este caso, "puedes facilitar la accesibilidad sin perjudicar en exceso".

Y, ¿el futuro?

Aunque la ordenación está vigente, todavía puede haber un rayo de luz en medio de la oscuridad que, ahora mismo, sienten los propietarios de estos establecimientos. Los restauradores tienen dos opciones. La primera es interponer un recurso potestativo de reposición delante del órgano que ha aprobado la normativa en el plazo de un mes desde la publicación del BOPB. La segunda sería interponer por la vía directo un recurso contencioso administrativo ante el juzgado corresponden antes de que hayan pasado dos meses.

Si lo hicieran, tendrían que esperar que la justicia actuara y eso les daría más margen para mantener las terrazas abiertas, al menos una parte de la temporada de verano. Ahora bien. Si no hicieran nada de todo eso, ya están avisados y tendrían que cerrar las terrazas en junio.

Los propietarios de los locales ya han recibido varias notificaciones avisándolos de la situación y emplazándolos a retirar las terrazas cuando reciban la notificación de resolución administrativa que hace efectiva la extinción de la licencia, una notificación que muchos ya han recibido.

El presidente del Gremi de Restauradors ya ha asegurado que todos los restauradores que han recibido las notificaciones interpondrán un recurso contencioso administrativo. Con eso ganarán tiempo para ver si avanzan las negociaciones con el consistorio. Y es que, de hecho, ellos sólo reclaman entrar en el acuerdo que cerró el Gremi con el Ayuntamiento y funcionó igual que el resto de Barcelona.

De momento, sin embargo, se tendrán que conformar con la ya habitual presencia de inspectores. Y, también, se tendrán que concienciar de que, lo más probable, es que el próximo año ya no les emitan las licencias y no puedan renovar la zona de terrazas.