Las concejalas de la CUP en Barcelona Maria Rovira y María José Lecha serán juzgadas el próximo 11 de julio por un delito leve de lesiones a raíz de la denuncia de un agente de la Guardia Urbana de la capital catalana, que las acusa de agredirlo durante una protesta delante de la Ciutat de la Justícia.

Según ha informado hoy la CUP, el titular del juzgado de instrucción número 16 de Barcelona ha fijado para el 11 de julio el juicio en Rovira y Lecha por un delito leve (las antiguas faltas) de lesiones, después de que la Audiencia de Barcelona rechazó la pretensión del urbano que se las juzgara por delitos graves, como atentado a la autoridad, desobediencia y desórdenes públicos.

En concreto, la sección séptima de la Audiencia de Barcelona desestimó al principio de junio el recurso interpuesto por el agente que denunció a las dos concejalas, que pretendía que el juicio fuera por delitos graves. Según la Audiencia, cuando el agente fue víctima de las supuestas lesiones por parte de las dos concejalas -durante una protesta en las puertas de la Ciutat de la Justícia-, no estaba de servicio, y por lo tanto no estaba en el ejercicio de sus funciones, por eso no se puede hablar de atentado a la autoridad o desobediencia.

En la denuncia que ha dado pie al juicio, el urbano sostenía que a Rovira y Lecha le agredieron, insultaron y amenazaron en la trifulca que partidarios y detractores del exconcejal de la CUP Josep Garganté protagonizaron antes de su juicio, en diciembre pasado, en el que fue absuelto de un delito leve de coacciones porque el médico al cual supuestamente presionó para que modificara el informe de lesiones de un mantero no le acusó.

El urbano relata en su denuncia que un grupo de manifestantes, entre ellos del sindicato de funcionarios CSIF, se habían concentrado en las puertas de los juzgados para protestar contra Garganté, momento en el cual los increparon a los partidarios de la CUP. Los Mossos D'Esquadra tuvieron que hacer un cordón policial para separar los dos grupos, después de que la tensión entre ellos fuera en aumento y se produjera algún empujón.

Insultos y golpes

Según la denuncia, las concejalas de la CUP en Barcelona María José Lecha y Maria Rovira se dirigieron en el urbano, a quién reconocieron como agente de la policía local barcelonesa, y le insultaron, descalificaron y amenazaron, con expresiones como "portavoz de mierda de la Guardia Urbana", "si ya te conocemos, policía de mierda", "torturador" o "ya te enterarás". El urbano remarcaba en su denuncia que todos estos insultos iban "acompañados de patadas en las piernas, golpes bajos en el abdomen y costillas".

En su denuncia, el agente aseguraba que les hizo saber a los dos concejales que efectivamente era policía y que les llamó al orden: "soy policía y os pido que ceséis en las golpes y en el escándalo que estáis montando, dejad de golpear y agredir, estáis alterando el orden público".

Según la Audiencia de Barcelona, el juicio hace falta celebrarlo por un delito leve de lesiones porque no se trata de un caso de desórdenes públicos, ya que las dos concejalas no intentaron atentar contra la paz pública. También rechaza la Audiencia que se trate de un caso de coacciones y "todavía menos" contra la libertad sindical, pues "ni en la denuncia ni en el posterior recurso se indica que las investigadas intentaran impedir o limitar el ejercicio de la libertad sindical".