La revisión catastral de las ciudades de Barcelona y Terrassa ha empezado y será efectivo a partir del próximo 1 de enero de 2018. En Barcelona, que la última vez que se realizó una revisión catastral fue en 2002, sufrirá un aumento de una media del 19%, ha informado el teniente de alcalde del consistorio, Gerardo Pisarello . En el caso de Terrassa, el alza será prácticamente del 25%.

Ante estas noticias, los ayuntamientos de Barcelona y Terrassa han anunciado medidas, a través de las ordenanzas fiscales para el 2018, para paliar estas subidas.  

En el caso de Barcelona, el consistorio defiende "un nuevo modelo fiscal en Barcelona", que sea más "justo para combatir la desigualdad", ha declarado Pisarello, que ha añadido que la subida media de los valors que prevé el consistorio "no es ninguna sorpresa" ya que no tendrá ningún impacto en el recibo del IBI. En este sentido, Pisarello ha insistido que el recibo del IBI seguirá congelado a propiedades de menos de 300.000 eros de valor catastral. 

Por su parte, en Terrassa, se aplicará una fórmula progresiva complementaria para reducir el impacto con un máximo del 5% durante los tres primeros años.  

La revisión del catastro se suele realizar cada 10 años para equipararlo a la realidad del mercado.  Para calcular el valor catastral, sobre el que luego se aplicará el tipo de gravamen del IBI, actúan factores como la localización, las características o la antigüedad del inmueble.