Al quesero Eugeni Celery nos presenta una de las piezas más representativas de la Catalunya pirenenca, y como dice él mismo, "de la Catalunya de subsistencia". Este queso es fruto de la experiencia de los pastores que reaprovechaban los quesos viejos o defectuosos, y "podemos decir que era el queso del reciclaje".

 

En la pequeña olla de arcilla (el Tupí​) se buscaba una segunda fermentación del queso, donde la pasta ganara cremosidad y una estructura más homogénea. Como dice Celery, en el sabor se nota "el resultado de un queso salvaje".