Hemos reservado un sitio especial para cerrar 2016, un sitio con personalidad, carácter y tradición… milenaria. Son días de excesos en la mesa, así que para estimular el hambre necesitábamos un menú distinto, un lugar personal. Por ello, aprovechando su 25 aniversario visitamos el Mandalín Bcn.

Poca broma, busca restaurantes que lleven 25 años abiertos en nuestra ciudad y que sigan siendo del mismo dueño, teniendo la misma decoración y dando el mismo tipo de comida. ¿¡Qué mayor señal de éxito!? Capitaneado por Miu Ue Lin, que nunca pierde detalle de todo lo que pasa en su sala, el Mandalín es un negocio que funciona. Una carta sin concesiones a la modernidad y sin espacio para la innovación, pero que a cambio ofrece un nivel de calidad constante como el de muy pocos sitios.

Local grande (80 comensales) dispuesto en forma de T,  con un tubo en la entrada con mesas redondas a ambos lados que lleva a una gran estancia final donde los grandes grupos pueden dar rienda suelta a las más animadas y ruidosas conversaciones. La decoración es de autor… especial atención a las impresionantes pinturas morales con motivos de la naturaleza china, que están repartidos por la extensa cristalera que recorre el local. Una sutil melodía asiática, china suponemos, te termina de ambientar magistralmente.

Un servicio rápido como ninguno, que conoce bien la larga carta, numerada,  del restaurante…es la ventaja de no cambiarla nunca. Pudimos cronometrar el “espacio tiempo” transcurrido entre nuestra complicada elección (por lo extenso de la carta) y la llegada de los platos a la mesa. Exactamente el primer plato tardó solo 2 minutos 47 segundos. ¡Acojonante!

Ahí va la explosión de sabores y texturas que hemos podido degustar. Para abrir boca, unas deliciosas aceitunas, y sobre todo un delicioso “Pan de gambas” cuyo bocado nos recordó a los mejores “frutos” que nos dan las aguas de Palamós. ¡Bravo! Empezamos el menú de degustación con el clásico de los clásicos entre los clásicos, un “Rollito primavera”, crujiente y, como se aprecia en la foto, generosamente relleno de verduras de temporada y deliciosa carne picada a máquina.

Pan de gambas

Rollito primavera

Vamos a los platos principales, siempre dispuestos en medio de la mesa, para poderlos compartir. Para empezar un muy bien ejecutado “Cerdo agridulce” de deslumbrante color anaranjado, aceitosa fritura, carne bien seca y con un sutil toque de piña ácida. Luego una “Ternera Chop-Suey”, trozos finos y cuadrados de carne dura, como tiene que ser, muy bien arropados por verduras variadas salteadas. Por último, nos dejamos seducir por otro clásico de la cocina china, el “Pollo con bambú y setas chinas”. Fue el mejor plato de la noche. Estaba compuesto de unos pequeños y jugosos trozos de pollo, cubiertos de una ligera y agradable salsa de soja y acompañados de unas sabrosas setas que chinas, que nada tienen que envidiar a las nuestras.

Cerdo agridulce

Ternera Chop-Suey

Pollo con bambú y setas chinas

El menú de degustación lo acompañamos con un excelente “Arroz Tres Delicias”, perfectamente salteado, al dente…el complemento perfecto para cualquier salsa que se preste. De postre, delicioso helado casero de vainilla servido en un muy original recipiente. Ya se sabe que los postres no son la parte fuerte de la cocina asiática…

Arroz Tres Delicias

Helado casero de vainilla

Dirección: Calle Kan Drago 34

Horario: 12-16 y 20 a 23:30, todos los días del año

Si lo tuyo no es arriesgar, el Mandalín tienes que probar.  

¡Los Miguelines aprovechamos para desearte un 2017 lleno de buena comida!