La cocina del futuro ha llegado este miércoles en el restaurante La Boscana de Bellvís, en el Pla d'Urgell. Lo ha hecho a través de platos elaborados en 3D gracias a los prototipos de unas impresoras 3D que se han encargado de confeccionarlos a través de diseños digitales. Este proyecto pionero liderado por Food Ink, autoproclamado como el primer restaurante de impresión 3D del mundo, nacido en Inglaterra, cuenta con la participación de dos chefs leridanos, Mateu Blanch y Joel Castanyé, que son los responsables de haber reconvertido los platos de la carta del Oquedal en este formado innovador y pionero.