Letizia ha puesto en la prensa mirando a Cuenca. En esta ciudad castellano-manchega los reyes de España han entregado los Premios Nacionales de Cultura. I la esposa del jefe del Estado ha decidido hacerse la sorda a las críticas recibidas para aparecer especialmente musculada. Ha escogido un traje rojo sin mangas de Nina Ricci que vuelve a delatar unos bíceps demasiado marcados y bronceados para una reina. Los galardonados temían darle la mano para no acabar con los dedos doloridos y han optado por la reverencia.
La elección de premiados ha sido ecléctica, para no decir alocada. Concha Velasco tiene todos los méritos, pero cuesta aceptar El hormiguero como programa cultural. Pablo Motos se muere por invitar el único famoso que queda por pasar por las hormigas y poder exclamar "Hoy ha venido a divertirse cono nosotros... el rey de Españaaaaaaa". Veremos.
Cuenca trae buenos recuerdos a la reina. Allí empezó su luna de miel el año 2004. En estos 13 años de matrimonio ha tenido tiempo para cambiar de fisonomía unas cuantas veces, en el gimnasio o en el quirófano. El momento culminante de la entrega de premios ha sido verla con la coreógrafa Sol Picó. Ha sido un duelo de cuerpos trabajados en el gimnasio. La mirada de la reina a la bailarina de Alcoy habla por sí sola.
A pocos días del 1-O, cuesta encontrar un catalán premiado por el Ministerio de Cultura. Pero ha habido uno. El Nacional les propone el juego de encontrarlo. ¿Dónde está Wally? pista: es un periodista muy conocido.
¿Difícil verdad? En la segunda fila a la derecha encontrarán al cronista de cine Jaume Figueras. Felicidades a los premiados. La reina se ha despedido de la plaza de la Catedral de Cuenca sin complejos. Como diciendo, sí, estos son unos bíceps reales.
